09 febrero 2019

Sabes a nicotina

Sabes a nicotina. Aun cuando me juras que no has fumado en todo el día, pruebo el sabor de los cigarrillos directamente de tus labios. Y el humo es como un perfume diluido que se queda en ti.

Imagen relacionadaMe haces imaginar una tarde fría en una terraza, te veo allí, de pie junto al barandal como si contaras los metros de caída libre. Tienes un encendedor girando en tu mano izquierda y un cigarrillo en la derecha sujeto frente a tu boca. Tan solo estas allí dejando que el humo se vaya con el viento.

La manera en la que me miras, como si estuvieras cometiendo un crimen. Eso, es lo que más rescato. Tu inquietud. La forma en la que buscas en mi rostro alguna muestra de desagrado. Tus dudas. Tu incomodidad. Tu nerviosismo. Tus emociones más frágiles. Veo todo eso, junto a la nube de químicos que flota a tu alrededor. 

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