Hay momentos en los que sientes que estas perdiendo algo poco a poco. Miras como se aleja, como se escurre entre tus dedos. Y sientes que no hay nada que puedas hacer, es entonces que te rindes, caminas en dirección contraria, un par de pasos y miras atrás. No quieres dejar que se vaya. Pero ya lo echaste a perder. Cada elección al final tiene una consecuencia. Sabias lo que hacías y no fuiste capaz de detenerte. ¡Cobarde!
Vuelves a casa. El único lugar al que puedes ir e intentar esconderte. Pero ese no es tu lugar. Se siente ajeno, como la habitación de un hotel. Piensas, piensas, piensas. Estas matándote.
Vas a la terraza y te sientas a mirar como las flores que ya nadie cuida, empiezan a marchitarse. ¿Para que hacer algo por ellas? Jamas sería lo mismo...
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Holaa amigos. Hace un tiempo vengo pensando empezar una nueva sección en el blog en la que publique los textos que me dedico a escribir en mis momentos de inspiración. Ayer estuve charlado con un amigo que me animó a hacerlo, gracias a el estoy aquí escribiendo esto ahora. Por cierto, pasen por su blog Palabras al viento, tiene unas entradas preciosas.
Tengan bonito día, y bonita vida. Los amo con todo mi estómago. Si, mi estómago, porque es mucho más grande que mi corazón jeje
