Lo que me imaginaba contigo

Contigo podía imaginarme como una aventurera, en una tierra distante, cada paso avanzando a ciegas a lo misterioso, a la oscuridad de lo desconocido. En movimiento constante a lo que tal parece no tiene fin. En un ir y venir lleno de descubrimientos, plagado de hazañas, inundado de imprecisos y de cambios.

Contigo podía imaginarme como una gran artista, dándole un tono distinto a cada espacio de nuestro mundo, deslizándome en el lienzo de tu mirada, en una interminable búsqueda de inspiración para crear buenos momentos, llena de alegría y de sueños, sumergida en tus colores, enamorada de la vida y de la luz en tu sonrisa.

Contigo podía imaginarme como una astronauta, y te juro que una vez estuve totalmente segura de lo que se siente tocar las estrellas, o bailar en la Luna. Hace mucho tiempo casi lograste creer que no pertenezco a este planeta, pero vaya cosa más descabellada. Tu nunca pudiste ver lo que yo veía, y no te culpo. Solo pienso que, ojala me hubieras acompañado a dar vueltas en Saturno.

¿Sabes que es lo más triste de todo esto? Que yo solo podía imaginarme contigo. No podía estar. Y eso era lo que yo más quería. Enredar mis dedos en los tuyos. Aferrarme a tu calma. Traerte a mi realidad. Que pudieras explorar mi mundo de paisajes extraños. Que caminaras despacio y descalzo en el templo de mis deseos por cumplir.